Desde el principio del proceso de planeación, Kristina Trejo estaba segura sobre el tipo de entretenimiento que deseaba en su boda. Como mexicoestadounidense de primera generación nacida en Culver City, California, pensó en que ciertos detalles debían rendir homenaje a su herencia cultural, incluyendo (y quizás en especial) la música.
“El mariachi era, para mí, una manera de honrar, desde lo más profundo de mi ser, quién soy”, dijo Trejo, de 29 años, una planeadora de eventos y fundadora de Viva Planning and Event Design. “Estoy muy orgullosa del origen de mis padres”.
Cuando les dijo a sus padres que tenía la intención de contratar un mariachi para su boda en South Coast Winery Resort and Spa en Temecula, California, el 23 de junio, con Anthony Salguero, de 28 años, un gerente de proyecto en la firma de administración de construcción Bernards; ambos tuvieron reacciones “muy emocionales”.
“Mi mamá no pudo tener la típica boda con vestido blanco, así que el poder experimentarlo a través de su primogénita fue muy especial”, dijo Trejo. “En realidad, mi papá quería que ese fuera su regalo, así que él pagó el mariachi para ese día”.
Leslie Tate ni siquiera estaba segura de querer una boda. Ella y Sean Tate, en ese entonces su prometido, consideraron fugarse y tener unas nupcias informales. Sin embargo, cuando decidieron, después de todo, que sí planearían una boda, el mariachi fue uno de los requisitos de la novia para que pudiera incorporar su cultura mexicana en el festejo.
“Tuve reservada la agrupación antes de siquiera tener mi vestido”, dijo Leslie Tate, una diseñadora de 26 años, que reside en Marietta, Georgia. “Deseaba rendir homenaje de alguna manera a mi origen y a mi herencia cultural”.
A medida que sus seres queridos fueron asumiendo la responsabilidad de planear la ceremonia y recepción de última hora, las únicas peticiones de la novia fueron “un mariachi y un pastel de vainilla”. Leslie se casó con Sean Tate, de 30 años, propietario de una tienda de productos retro, Collected Atlanta, en Marietta, el 1 de octubre de 2022, en Events On Main en Canton, Georgia.
“Estaba más emocionada por el mariachi y por tener esa representación porque mi marido es afroestadounidense y nuestras familias se están uniendo”, dijo Tate. “Siento que eso fue lo que hizo la boda fuera un éxito. Sin la banda, no sé si hubiera sido lo mismo”.
El ritmo de una cultura
La palabra mariachi tiene múltiples significados. El término puede usarse para el género de música en específico, para la agrupación que la interpreta o para cada integrante del grupo.
Estevan Azcona, de 51 años, un profesor adjunto en el Southwest Center de la Universidad de Arizona que ha enseñado etnomusicología, así como música, historia y cultura chicanas y latinas durante más de veinte años, indicó que un mariachi “forma parte de un mariachi que toca música de mariachis”.
En un mariachi, los músicos tocan varios instrumentos de cuerdas —guitarra, guitarrón, violín y, en ocasiones, arpa— junto con trompetas y, dependiendo del tamaño de la agrupación, batería. Tradicionalmente, hay uno o dos vocalistas. Los ritmos llenos de energía se combinan para producir un sonido intenso, contagioso y distintivo.
Los orígenes de esta música pueden rastrearse hasta el centro de México, principalmente alrededor del estado de Jalisco. La música tradicional que se desarrolló en la región formó una mezcla de ritmos indígenas, africanos y españoles.
Azcona señaló que la cultura del mariachi también tiene sus raíces en Nayarit, Colima y partes de Michoacán.
“Es una de las numerosas tradiciones regionales que surgieron durante la época colonial y continuó hasta aquellas primeras décadas de independencia”, dijo. “Era música del pueblo, de la comunidad”.
Con el paso del tiempo, el mariachi se volvió sinónimo de celebración, una banda sonora para los festejos, incluyendo los bautizos, los cumpleaños, las graduaciones y las bodas. Y lo que solía ser una iniciativa transmitida de boca en boca, ahora encuentra nuevas posibilidades para su comercio, gracias a una nueva generación de músicos que recurren a las redes sociales.
Una nueva visión de la tradición
Trejo buscaba a alguien que ofreciera el servicio y encontró al Mariachi Tierra Mia, un mariachi mixto (hombres y mujeres) con sede en Los Ángeles.
“El mariachi es increíblemente tradicional, pero quería darle un pequeño giro: un mariachi cuyo vocalista fuera mujer, porque generalmente está muy dominado por los varones”, contó Trejo. “Otra cosa muy importante era encontrar un grupo que se sintiera cómodo de hacer cosas que son poco tradicionales para un mariachi”.
Maira Solis, de 30 años, es una violinista y la directora del Mariachi Tierra Mia. Solis estima que, desde su fundación en 2017, el grupo se ha presentado en más de 200 bodas.
Para la boda de Trejo y Salguero, Solis trabajó de cerca con la pareja para personalizar su selección musical. Eligieron algunas canciones contemporáneas, tales como “I Wanna Dance With Somebody (Who Loves Me)” de Whitney Houston, que el mariachi tocó después de que los novios intercambiaron votos y se besaron.
“Habitualmente, encontramos un fragmento popular de la canción y lo repetimos una y otra vez”, dijo Solis. “Cuando la ceremonia terminó: ‘I want to dance with somebody, I want to dance with somebody’. Continuamos tocando eso mientras salían y lo alternamos con un solo de trompeta porque querían mantener mucha energía”.
Angela Lopez, de 28 años, colaboró con el mariachi en su boda el 28 de octubre de 2022, en Aguascalientes, México, y utilizó una propuesta un poco diferente. Decidió que ella misma participaría en la presentación.
“Fue una sorpresa”, relató Lopez, fotógrafa y creadora de contenido. “Amo la música mariachi. Nuestra familia es muy musical, así que era muy muy importante para mí cantarle a mi esposo con el mariachi”.
La novia le hizo una serenata a su esposo, Daniel Garnica, de 28 años, con dos canciones de amor clásicas mexicanas: “Hermoso cariño” de Vicente Fernández y la versión de Christian Nogales de “Si nos dejan” de Luis Miguel.
“La sensación de escuchar a un mariachi —la música, los instrumentos— suaviza los corazones de las personas y les brinda una especie de confort”, dijo Lopez. “Te hace sentir como que estás en una película”.